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Jueces estrella 2 marzo 2010

Posted by rcalber in Derecho, General.
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Un marido ató a su mujer a un poste, puso debajo un montón de leña y le prendió fuego. «Lo hice por ella», ha declarado el marido, «quería quemarla un poco para filmarla en vídeo y enviarlo a ese concurso de la tele, y con el dinero del premio comprarle un abrigo, pero me entretuve demasiado con la cámara«.

Aqui entra en juego la aplicación de la Ley. Este hombre puede ser condenado por una imprudencia temeraria con resultado de muerte (5 años) o como autor de un asesinato (entre 20 y 30 años), según lo que el juez interprete.

Puede ocurrirle al juez que esté convencido de que existe un verdadero asesinato con antecedentes de malos tratos pero que no pueda demostrarlo y que eso le cause honda frustración.

Hasta aquí todo bien. El problema es cuando dictamos la sentencia que queremos dictar, «tuneando» la ley a nuestro gusto y este hombre sufre una condena que nos puede parecer justa, pero que versa sobre fundamentos jurídicos arbitrarios o injustos.

Tenemos un derecho que es diferente al inglés. Aquí primero se hace la ley y en caso de controversia se interpreta. Dice el Codigo Civil:

Art. 1.1 «Las fuentes del ordenamiento jurídico español son la Ley, la costumbre y los principios generales del derecho»

Art. 1.2 «Carecerán de validez las disposiciones que contradigan otra de rango superior»

Art. 1.3. «La costumbre sólo regirá en defecto de Ley aplicable, siempre que no sea contraria a la moral o al orden público y que resulte probada» . «Los usos jurídicos que no sean meramente interpretativos de una declaración de voluntad tendrán la consideración de costumbre»

Art 1.4. «Los principios generales del derecho se aplicarán en defecto de Ley o costumbre, sin perjuicio de su carácter informador del ordenamiento jurídico»

Art. 1.5. «Las normas jurídicas contenidas en los tratados internacionales no serán de aplicación directa en España en tanto no hayan pasado a formar parte del ordenamiento interno mediante su publicación íntegra en el Boletín Oficial del Estado»

Art. 1.6. «La jurisprudencia complementará el ordenamiento jurídico con la doctrina que, de modo reiterado, establezca el Tribunal Supremo al interpretar y aplicar la Ley, la costumbre y los principios generales del derecho»

Art. 1.7. «Los Jueces y Tribunales tienen el deber inexcusable de resolver en todo caso los asuntos de que conozcan, ateniéndose al sistema de fuentes establecido»

Art 3.1. «Las normas se interpretarán según el sentido propio de sus palabras, en relación con el contexto, los antecedentes históricos y legislativos, y la realidad social del tiempo en que han de ser aplicadas, atendiendo fundamentalmente al espíritu y finalidad de aquéllas»

Este es el sistema que tenemos. Podríamos tener el anglosajón, que prima la jurisprudencia (sentencias anteriores continuadas que se dictan bajo el principio de equidad) y que tiene la ventaja de que se adapta mejor a la realidad social que nuestro sistema pero que por contra, tiene muchisima menos Seguridad Jurídica (De ahí eso de las peliculas americanas «en la sentencia de Jhon contra Muller del año 1979 ….»)

En nuestro mundo mediático ha aparecido una nueva figura que se le conoce como «el juez estrella».

El juez estrella se caracteriza por dictar sentencias espectaculares que muchas veces, más que buscar el derecho lo fuerza para dictar una sentencia «a medida» de lo que quiera el juez, buscando el lucimiento personal más que la propia justicia, que aunque a veces injusta, debe ser igual de injusta para todos.

De está manera fue el Juez Liaño enviado a prisión, han salido sentencias espectaculares contra ETA, se quiso juzgar a Pinochet y por último se ha querido juzgar a Franco, aunque una vez pedido el certificado de defunción, parece que lleva un tiempo muerto, en una muestra más de desafio tanto a la ley como al espirítu y finalidad de aquella.

Ahora, cae en desgracia ante el mayor disparate judicial de la historia mientras que la derecha española que tanto le aplaudia cuando puso la X sobre el presidente Felipe Gonzalez, hacen sangre contra su persona, la izquierda defiende al juez «estrella» pidiendo al Tribunal Supremo que se ponga «al lado de los demócratas y lejos de los nostálgicos del franquismo» ¿Es que acaso la derecha española no es democrática? ¿Son golpistas?

El Tribunal Supremo no se tiene que poner al lado de nadie, solo se le puede pedir que a este señor se le aplique la ley y el derecho que hay, guste más o menos la sentencia que dicta y que es el motivo que hace que hoy el Juez Garzón esté precisamente procesado.