Reflexiones

Toros si, toros no. 8 marzo 2010

Desde hace algún tiempo vengo observando que existe un movimiento social contrario al mundo de los toros.

Leonardo Anselmi, portavoz de la Plataforma Prou, responsable de la recogida de las 180.000 firmas que permitieron presentar en el Parlamento catalán la Iniciativa Legislativa Popular (ILP). Anselmi, primer firmante, calificó el trámite de esta proposición como un «acto de democracia».

El veterinario clínico y vicepresidente de la Asociación de Veterinarios Abolicionistas de la Tauromaquia, José Enrique Zaldívar, ha asegurado que el toro sufre en la plaza, físicamente y psíquicamente, pues el animal, padece estrés al ser lidiado. «Si alguien demuestra lo contrario, yo pongo mi título a disposición», ha asegurado el facultatitvo tras realizar una exposición muy gráfica sobre esos daños.

A mi, hasta aquí, me parece muy bien. Un señor que defiende que se trata de un espectáculo cruel e inhumano y un veterinario que dice que los animales sufren.

A mi lo que me empieza a sorprender es que desde el mundo del toro se afirme que el toro no sufre y yo creo que eso no se lo cree nadie. Creo que ese hombre no hace ningún gesto de valentía cuando pone en juego su titulo de veterinario.

En todo caso, a mi esto me sobra en el punto en que vivimos una situación de destrucción de empleo sin igual y alguien quiere que esto, que no se encuentra dentro de las preocupaciones fundamentales de los ciudadanos, esté en el centro de la política.

El sufrimiento de los animales es inhumano, porque un ser humano no debe padecer ese sufrimiento, pero los derechos humanos son HUMANOS y los derechos de los animales son los de los animales, que en la actualidad son muy pocos o ninguno. Tratar de equiparar los derechos de los animales a los humanos es absurdo, tanto, como decir que las personas tenemos los mismos derechos que los animales.

El derecho de las familias que viven del mundo del toro se situaría, por tanto, por encima del derecho de estos animales.

También me parece sorprendente la manifestación que se hace en nombre de «la cultura del toro». En nombre de la cultura se hacen y se dicen muchas tonterías, una de ellas, la ablación del clítoris.

Patricia Gomà, diputada de ERC, ha calificado al filósofo Francis Wolf de «provocador» por defender que el toro vive para morir luchando y que un soldado herido tiene más incentivos para luchar. «¿Le parece ético que el sufrimiento sea un espectáculo?» A mi lo que me parece poco ético es que se defiendan a los animales por encima de las personas, por un mero interés electoral y si a ellos le interesan algo de todo esto es erigirse como decía Risto Mejide, en un producto diferenciado de otros. No hay político más asqueroso que aquel que apela a los sentimientos para convencer y no con argumentos. Eso se llama demagogia y ya está muy superado, por peligroso y por irresponsable.

A mi no me cabe ninguna duda de que si mañana puede sacar votos apuntándose al carro de los que piensan que el Boxeo es un espectáculo cruel o a cualquier otro carro, sin dudarlo lo haría, sin embargo yo no creo que le provoque más rechazo, según su pregunta, el sufrimiento de los animales que el de las personas.

En España tenemos dos partidos muy fuertes y con una ideología presunta muy marcada, aunque los programas electorales sean medio calcados. A nadie se le escapa que los partidos minoritarios necesitan lo que sea, para ganar votos: «ser verdes», «republicanos», «independentistas», «nacionalistas» o lo que sea.

Yo admiro y respeto la nobleza de quién ama a los animales, lo que no entiendo es que por intereses electorales se criminalice un sector y se destruya.

Menuda pandilla de demagogos e irresponsables.